Ser o no ser La vieja mujer

Por Adiya Israel (Casa del Trabajo Oficial)

Al entrar en nuestra vida arrepentida de obedecer a Dios y usar a Cristo como ejemplo también entramos en la fase de perder nuestra vieja vida. Cristo nos dijo en Mateo 16:25 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. Cristo es el ejemplo perfecto de como debemos ser, son los años de suciedad que debemos perder para encontrar la vida en esta verdad.

 
A lo largo de nuestras vidas nos hemos cuestionado preguntando "¿estoy haciendo lo correcto?", y no fue hasta nuestro arrepentimiento y el cumplimiento de las leyes de Dios que pudimos sopesar realmente esa pregunta. Ahora que hemos aceptado la verdad debemos entender que es una lucha diaria para matar a la vieja. 1 Corintios 15:31, Protesto por el regocijo que tengo en Cristo Jesús nuestro Señor, muero cada día.
 
Es una lucha constante con la vieja mujer que quiere desesperadamente gobernar sobre nosotros. Luchar contra sus viejos hábitos y sus viejos pensamientos. Deseamos tanto encerrarla en una caja, cubrirla de cemento y dejarla caer en lo más profundo del océano pero no es tan sencillo. Tenemos que averiguar las cosas con las que luchamos y saber qué escrituras aplicar para proporcionarnos guía y consuelo. Tener alguien con quien hablar también ayuda con la orientación. Una hermana mayor que haya pasado por algo similar no sólo te proporcionará orientación sino también apoyo.
 
No hay manera de deshacerse sin esfuerzo de los muchos años de suciedad que llevamos, y no puede hacerse en un corto período de tiempo. Piensa que el nuevo tú tiene Progeria o la enfermedad de Benjamin Button. Por ejemplo, una hermana se arrepiente a los 33 años y ahora tiene 37 años. Ella tiene 33 años de suciedad de la que debe deshacerse. Ahora después de estar en la verdad por 4 años ella tiene 30 años de suciedad de la que debe deshacerse. El reconocimiento y la aceptacion de que ella todavia quiere vivir y el entendimiento de que habra luchas ayuda a superar a la anciana. Debemos aplicar las escrituras para hacer los cambios para asegurar que es la nueva mujer la que gana la lucha. Nuestras acciones seran la prueba de quien tiene el dominio y esto comienza con nuestras mentes. Eclesiástico 37:17 El semblante es una señal de cambio del corazón.

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